Todo lo que nos rodea tiene energía y un nivel de fuerza, jugando un papel importante en nuestro camino de la vida, es por eso que es tan importante medir nuestras palabras, acciones, emociones y sentimientos, para que las consecuencias de nuestros actos se den de manera positiva en lo posible. Pero esto no quiere decir que por ser bueno tu vida va a ser 100% buena y maravillosa, pues no olvides que todo es una cadena y muchas de las decisiones o sucesos no las controlamos nosotros; es por esto que caemos en lo absurdo y en lo sin sentido porque nos negamos aceptar que no somos el centro del universo, ni siquiera del mundo.
La muerte o la enfermedad son un gran ejemplo de lo sin sentido que puede llegar a hacer la vida; perder o tener un familiar, un conocido o un amigo enfermo, nos llena de una incertidumbre y en ocasiones dependiendo de nuestra relación nos puede llenar de culpas, nostalgia y un vacío que indica que pudimos hacer más, reprochando constantemente nuestras decisiones y acciones. Lo que debemos entender es que a pesar de que nosotros pudimos ser un suceso, no fuimos el único; hubo muchos más eslabones que determinaron ese final, y si es fácil entenderlo con la mente, pero internamente es algo muy difícil de asimilar y aceptar, pues los sentimientos pueden ser más pesados y difícil de sobrepasar, la pregunta del ¿por qué tuvo que pasar o ser así? nos envuelve en ocasiones en un victimismo cegándonos a esa cadena de sucesos y está bien, es parte de la vida y el duelo que se tiene que vivir para poder continuar, siendo empáticos y compresivos con nosotros mismos para no terminar en una situación peor.
la vida constantemente nos está dando oportunidades y lesiones que a las buenas o a las malas debemos acatar, es por esto que estudiamos, es por esto que sentimos curiosidad y buscamos la conformidad y el sentido de las cosas, porque no somos un ser viviente que vive por vivir.




No hay comentarios: