Mamá, Madre, Mamita. Son términos creados y empleados para referirnos al ser que por medio de su vientre nos otorgó la vida, pero no solo eso si no que gran parte de su tiempo, se ha dedicado en brindarnos cariño, amor y protección.
También estos términos son utilizados para reconocer a aquellas mujeres que decidieron dar una vida mejor a un ser indefenso que no tuvo la oportunidad de conocer a su progenitora.
Si bien es cierto que algunas no nacieron para este papel ya que han marcado de manera inapropiada a sus hijos por diferentes circunstancias, es necesario reconocer que es una labor bastante difícil, valiente y complicada, pues traer vida al mundo y tratar de dar lo mejor de si incluso ante la adversidad es algo digno de admirar.
En el misterio de la vida, las madres pueden ser ángeles que guían el camino y faroles que lo iluminan, resaltando su devoción y dedicación. Es por esto que en este espacio quiero dedicar un breve escrito a aquellos mágicos seres que han hecho y harán hasta lo imposible e inexplicable por sus hijos.
Querida Madre
Ángel portadora de luz y de vida
Fuente de amor y ternura
Que cura mágicamente mis heridas
que surgen en el transcurrir de los días.
Muchas gracias por no rendirte
Ante mi necedad y terquedad
Soy difícil de tratar
Lo se con seguridad.
Pero ten la certeza
sin titubear
Que soy alguien noble y bondadoso de verdad.
Que solo desea ser una persona
digna de admirar
nada ni nada menos
por su adorada mamá.




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